Posición del cuerpo
Tenemos dos posiciones distintas dependiendo del momento del ciclo en el que nos encontremos:
-Máxima extensión:
Los brazos estarán extendidos y un poco hacia abajo, con las caderas cerca de la superficie acuática, al igual que las piernas, que estarán extendidas y juntas, la cabeza se halla sumergida y con una ligera inclinación hacia delante.
-Máxima flexión:
El tronco se inclina, cadera sumergida y hombros sobre el agua; los brazos están flexionados y listos para el recobro, con las rodillas flexionadas y también preparadas para la patada, la cabeza sale a respirar en ese instante.
A mayores tenemos dos estilos distintos de braza: formal y natural, siendo el primero con una posición más plana y una patada más estrecha que el segundo, entre otras diferencias.
Acción de piernas
La braza es el estilo en el que la patada tiene más importancia, pues es la que proporciona gran parte del impulso y la que tiene el poder de mejorar la eficiencia. Toda la técnica actual es una mezcla de los anteriores estilos de la misma y consta de las siguientes fases:
-Deslizamiento:
Los pies se hallan cerca de la superficie y extendidos, se mantiene esta posición unos momentos para mejorar el deslizamiento, a medida que avanza los talones estarán más cerca de la superficie.
-Recobro:
Las piernas se flexionan tanto a nivel cadera como a nivel rodilla, y llevando los talones lo más juntos posible en dirección a los glúteos.
Barrido hacia afuera:
En la máxima flexión de rodillas y caderas, el fémur rota internamente, separando así las piernas.
Los pies siguen una trayectoria circular hacia afuera y atrás, a la vez que las rodillas se extienden y los muslos se llevan hacia arriba
Barrido hacia adentro:
Cuanto más extendidas se hallan las rodillas, más cerca vuelven a estar las piernas, siendo este acercamiento el mayor impulso que tendremos a nivel del tren inferior.
Elevación:
Las rodillas están extendidas casi completamente cuando los pies están solo separados por centímetros, estando las piernas en su máxima elevación, cerca de la superficie.
Acción de brazos
No se llega a realizar una brazada completa, pues las manos nunca llegan a bajar más que a la altura del pecho, siguiendo una acción similar a una hélice. Fases:
- Agarre o batido hacia afuera:
Los brazos se encuentran extendidos y listos para iniciar la tracción; empezando con las manos desplazándose hacia afuera y abajo, estando los codos aún estirados.
-Tirón o barrido hacia adentro:
Los codos se comienzan a doblar cuando las manos están separadas a unos 30 centímetros, y a medida que los brazos alcanzan su amplitud máxima se siguen doblando los codos a más de 100 grados entre el brazo y antebrazo, dejando a los codos en una posición elevada y a la cabeza preparada para emerger; poco después las manos terminan su movimiento propulsivo desplazándose hacia dentro.
-Recobro:
Los brazos comienzan un movimiento ascendente y hacia adelante bajo la barbilla, sin llevar los codos hacia las costillas y con un movimiento fluído.
Al alcanzar su máxima extensión, el nadador se encuentra completamente estirado y con la patada terminada, es recomendable mantener esta propulsión un tiempo determinado para aprovechar la hidrodinámica que da la misma.
Coordinación
Una correcta coordinación permite mantener una buena velocidad y respirar en cada ciclo, yendo en este orden: brazada-respiración-patada-extensión
Coordinación brazos- respiración:
La cabeza se comienza a elevar al inicio del agarre, pero solo siguiendo la inercia del cuerpo. Al final del tirón alcanza su altura máxima, que es cuando el nadador toma aire, y justo inmediatamente la cabeza vuelve a sumergirse, intentando que la cara esté completamente bajo el agua al comenzar la patada.
Coordinación Brazos-piernas:
Mientras los brazos traccionan las piernas recobran, efectuando la patada durante la segunda parte del recobro de brazos; se debe intentar terminar el recobro antes de llevar a cabo la patada, con el fin de tener una posición lo más hidrodinámica posible.
Respiración
Según el reglamento federativo la cabeza debe romper la superficie acuática en cada ciclo, por tanto los nadadores aprovechan este momento para respirar.
La cara se eleva claramente sobre el agua en cuanto las manos se llevan hacia adentro, el aire se expulsa ya con la cabeza sumergida, mientras se teminan de estirar completamente los brazos.
La respiración es similar al mariposa, respirando mientras los brazos se hallan a una buena altura en el agua; algunos nadadores al sumergirse de nuevo y espirar miran al frente, otros al fondo.
La clave es saber respirar de forma que no perjudique a la velocidad de nado, manteniendo una propulsión constante, sabiendo cuando se debe efectuar la respiración.
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